domingo, enero 23, 2005

Un texto de Gabriel García Marquez

La verdad, no es que yo este en contra del suicidio especialmente, que no lo estoy.

Que cada uno se aguante el tiempo que pueda.

Pero me gustó mucho este texto de Gabriel
García Marquez:




El
Drama Del Desencantado

...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas,los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía
la pena de ser vivida.


Lo encontre en la siguiente web El
Hombre Que Comía Diccionarios.


Ponen textos muy interesantes, en varios idiomas.

viernes, enero 21, 2005

opelaez

Onofre fue mi system manager cuando entre a trabajar como becario en un
laboratorio de I+D. Haciamos proyectos para la Union Europea.

De Realidad Virtual, de comunicaciones, de cálculo, ....

El se encargaba de las máquinas Unix. No sé
exactamente cuantas. A finales de Diciembre se jubiló
despues de 37 años dando el callo., y la semana pasada
tuvimos una cenita, para los antiguos del departamento de I+D (al poco
de irme se disolvio).

En la cena eramos unos poquitos, solo ocho:


  • Yo mismo.

  • Un par de colegas que
    hicieron las pelis de presentación del Hispasat 1C
    (sí de eso también haciamos)

  • Mi antiguo jefe, que fue
    jefe de proyecto del primer casco de realidad virtual fabricado en
    España(¿se ha construido otro?), para la ESA,
    entre otras cosas. Y que se pasó 10 años
    sacandose un sobre sueldo de las conferencias sobre realidad virtual.


  • Paco que fue comercial de
    ordenadores para Olivetti, allá en los 80. "Experto" en
    Teoría del Conocimiento, y  en
    Gastronomía (por lo menos comparado con lo que yo
    sé)

  • Aurelio, que cuando
    presentó su proyecto de final de carrera casi tuvo que
    llevar su propio PC, para que lo pudieran ver. Y que se pago, haciendo
    un programita para calcular los horarios de los controladores de vuelo
    en Barajas. Mister Gadget para los amigos (IPod, PDA, Portatil, ....)


  • Alejandro, jefe de todos
    nosotros en la sombra. Y como decía Aurelio, el
    único que ha entendido el C. Con serios problemas de entrada
    y salida, pero un geniecillo.


  • Y Onofre System Manager y
    chapuzas de su coche y de su casa.



Cuando trabajaba allí, los cafés era como hacer
un viaje en el tiempo, en las conversaciones aparecian los ordenadores
del origen del Unix y el C, el VAX, los PDP, los primeros IBM, las
míticas Indigo,....

De echo una de las bromas con Onofre era que desde que había
aparecido el ratón, no se aclaraba ;)

Onofre, como todo system manager, que se precie, tenía sus
shell script hijos de puta. Como el "mata", que se encargaba de matar
todos los procesos del que le estuvieran tocando los cojones.

Como está  "mandao", en el curro nos llamabos por
la dirección de correo:

opelaez, abayo, apardo, evega.

La verdad, toda la cultura "hacker" que conozco viene de
allí. Y me refiero al colegueo, al pasame ese
codigo,  al vamos a perder 2 días programando un
PIK (un microprocesador),  para que cargue las baterias del
aeromodelo mejor,  al haber si le pillamos la clave al Onofre
y nos instalamos el Quake para Silicon, al os dejamos la tarjeta
gráfica de la Octane si nos dejas un scaner 3D, ...

La verdad, me dio un poco de nostalgia, y un poco de penilla por todo
ese ambiente poco responsable y divertido.

Y bueno, ¿vosotros habeis conocido alguna vieja gloria?


jueves, enero 20, 2005

Hace tiempo

Hace tiempo, me tuve que desenamorar.
Como todo el mundo, alguna vez.
Y solía ver a esa chica, a veces a mi pesar.


Hasta Pronto
Cuando te das la vuelta,
y tu boca me dice “Hasta Pronto”,
tu cuerpo me dice “Adìos”.
Yo me vuelvo a casa,
mi cuerpo se desvanece a cada paso,
y mi alma se encoje.
Me envuelvo en mi manta roja,
y mis paredes amarillas.
Mi cuerpo va llamando,
a sus partes perdidas,
y voy inflando mi alma,
poco a poco,
como una pequeña llama,
a la que hay que proteger.

Por eso ya no te llamo,
ya no te escribo,
ya no te veo.

De vez en cuando,
en algún teatro,
en algún bar,
en algún cine;
apareces a mi lado,
semitransparente.
Con tus labios gruesos,
con tus ojos oscuros,
con tu pelo crespo,
y mis sueños debajo del brazo.
Entonces intento contener mi alma,
para no comenzar a desvanecerme,
para no desaparecer,
para no tener que volver a juntarme.

Por eso ya no te llamo,
ya no te escribo,
ya no te veo.