martes, junio 12, 2007

La opera

Tengo un abono de opera del Teatro Real, y me ha llegado hoy la factura. He tardado un rato en acordarme y estaba pensando que había perdido el número de la tarjeta, o algo así.
La verdad, es que muchas veces, después de una opera horrible y larguísima dan ganas de no volver nunca más. Pero a veces, escuchas algo como lo de abajo, y merece la pena.
Lo malo es que el ratio entre placer y dolor es muy bajo, pero así es en la mayoría de casos.

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