He estado el fin de semana (del 29 de Octubre al 1 de Noviembre) por Barcelona, es la cuarta vez que voy por allí, pero esta ha sido la más extensa. Aunque no lo ha sido mucho :(
La primera vez fui a la Feria Internacional de la Construcción, con un Carpintero (mi padre), un cristalero, y un ferretero, dormimos en un Renault 11, y estuvimos todo el día en Montjuic. Vi por primera vez los baños con monedas. Creo que fue lo que más me sorprendio, junto con los tornos que leian dibujos del autocad. Hace unos 15 años.
La segunda vez, fuí al médico. Coincidión con las fiestas de la Mercè. En aquellos momentos ya vivía en Madrid, y me sorprendio ver tanta gente en la calle, los conciertos en cada plaza del Barrio Gótico, y claro el piromusical. En Madrid que solo se usan las fiestas para huir, cuanto más lejos, y más rapido mejor. Aunque en Barcelona pasará parecido, todavía estoy buscando ese momento en Madrid. Esa vez dormí, en casa de unos amigos de mi padre. Hace 7 u 8 años.
La tercera vez, iba de InterRail, pasé 12 horas agotadoras en Barcelona, persiguiendo una guia del modernismo que me llevaba de aquí para allá sin descanso, y un tren esperandome para dormir. Fueron buenos presagios, un día despues conocí a unas mexicanas, con las que llevo hablando, y visitando desde entonces. Hace 4 años.
Y esta véz, vi lo tipico (la Pedrera, la Casa Batllò,el Parque Güel,el Palacio de Pedralbes,el Barrio Gótico, las Ramblas...), pero fue más descansado. Fuí con un amigo y una compañera de piso, salimos Viernes, y tras el atasco de salida, llegamos a Barcelona a las 22:30. El hostal estaba en una calle perpendicalar a la avenida del Paralelo. En la calle con la que hace esquina
el Molino. Comimos en un Pizza Hut y nos fuimos a dormir.
Torre de Comunicaciones de Calatrava
El primer día lo pasamos andando de aquí para allá sin una buena orientación, empezamos por Montjuic y la zona Olímpica. De allí fuimos a la Plaza de Cataluña, nos perdimos en el Barrio Gótico, comimos en la Barceloneta, y de ahí a la playa. Cansados de andar, encontramos un metro que nos llevo a ver la Pedrera, la Casa Batlló,y a las Ramblas. Lo mejor de las Ramblas, el mercado que hay a la derecha según bajas. Completamente lleno de extranjeros que parecían alucinar con tanto color. Volviendo de las Ramblas encontramos el mítico
Bagdad. Al que no entramos, pero nos quedamos con ganas. Aunque después de ver el precio en Internet (60€), no sé si valdrá la pena o no. Poco después llegamos al hostal, y bajamos a cenar después de descansar un rato. La verdad, cenamos malamente un pan tumaca con jamón del "Dia", pero encontramos un bonito pub, mezcla de la tradicional taberna y de pub moderno.
Catedral de Barcelona
Al día siguiente, fuimos a la Sagrada Familia, y de ahí al Parque Güel.Al salir del Parque cortaron la linea 3 de metro durante un par de horas, debido a que uno de los metros chocó contra otro que estaba aparcado en las cocheras (53 heridos). Aprovechamos este momento para comer, y refugiarnos de las pocas gotas que caían. Cuando escampó fuímos a Pedralbes, donado por la familia Güel a la corona, lo que les valio unos titulos nobiliarios. Y de ahí al Tibidabo. En el tranvia se nos puso el conductor a contarnos la dura vida del conductor de tranvia. Con las quejas de los usuarios "estupidos", los policias que le multan y la casa de Chenoa y Bisbal. Al llegar al Tibidabo era noche cerrada, y vimos una estupenda Barcelona nocturna.
Pedralbes
Volvimos tranquilamente al hostal, descansamos un poco y decimos salir a cenar. El barrio de Barcelona, que hay entre el Paralelo y las Ramblas no sé como se llama, porque como siempre fuí sin guia. Pero es un barrio de clase baja, lleno de inmigrantes y que da miedillo, ese miedillo de saberse perdido y estar rodeado de caras extrañas.. Pero está lleno de callejuelas estrechas, de ropa tendida en la calle, de plantas en los balcones, de gente comprando y vendiendo a cualquier hora... Nos perdimos por allí con cierto exito. Pero después de perdernos un par de veces, volvimos a encontrar un Sudánes (Karkadé), cerca del Museo de Arte Moderno de Barcelona, y de la Calle del Carmen. Lo regentaba una madrileña, nacida en el Pozo del Tio Raimundo y un Sudánes (creo). Ambos muy simpaticos, y la comida estaba muy buena. Despues de esto volvimos, ya sin perdernos al hostal.
El Tibidabo
Al día siguiente amaneció lloviendo y nos volvimos a casa, como siempre tristes de no seguir perdiendonos.
P.D: Todas las fotos son de
Alejandro Martínez. Compañero de viaje, conductor y soportador habitual del que suscribe.
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